Introducción:
Sobre el duro pedregal
de aquella costa uruguaya
se levantó la muralla de nubes
y el cerro volvió a deslumbrar.
Con inocente jugar,
la brisa sobre la arena
se hizo luces en la pena
cabellera verde que moza del mar.
Estribillo:
Déjala libre pasar,
los pájaros me gritaban
las princesas y las hadas
al niño lo duermen ya.
Déjala libre pasar
ah mi amorosa orientala
tu adolesente mirada
y tus suaves besos ya no vuelven más.
Interludio:
De mis manos se escapó
en un repunte hacia el cielo
caricias que en tierno vuelo
la mano querida temblando me dio.
La guitarra sollozó
diciendo el nombre de aquella
femenina luz estrella
de carne prendida sobre el corazón.
Repite estribillo:
Déjala libre pasar,
los pájaros me gritaban
las princesas y las hadas
al niño lo duermen ya.
Déjala libre pasar
ah mi amorosa orientala
tu adolesente mirada
y tus suaves besos ya no vuelven más.
Letras con acordes por Hernan Figueroa Reyes
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